viernes, 9 de febrero de 2007

Oh felicidad

Ya puedo postear. Bien bien bien.

Para los que tengais problemas para hacerlo, tenéis que ir al dashboard (arriba, derecha) y vincular el blog con vuestra cuenta gmail. Si no os deja es porque dais pena y no merecéis escribir en este augusto y a gusto blog. Asumidlo y morid.

Por lo demás, hoy hace un dia bastante bueno, y además es viernes. No he dormido muy bien, probablemente por la cena mexicana de ayer (malditas quesadas, maldito tekila) pero la suave luz de invierno que baña abandoibarra me llena de satisfacción. Gor gor.

La pregunta estúpida del día que me asalta es, ¿para qué rayos seguimos teniendo dedos en los pies? ¿Cuantos restos de evolución sin acabar vamos arrastrando? ¿Por qué rayos no podemos controlar el crecimiento de nuestras uñas?

Vaya, eran tres al final. Como diría la deidad Homer/PitahGriffin, es mejor ser tonto que listo. La inteligencia tiene límites. La estupidez no.

4 comentarios:

Sokar dijo...

Arg! Estaba a punto de crear una entrada! xD

Respecto a su pregunta, querida amiga, es usted una adelantada a su tiempo y a su cuerpo.

Póngase tutu, una preciosa peluca rosa, y salga a bailar a la calle.

txerren dijo...

No nos gustan las entradas.

Preferimos las salidas.

Apuntado lo del tutú.

Pero, ¿qué es un tutú?

Jax I dijo...

Los dedos de los pies son muy importantes para guardar el equilibrio.

Anderulio dijo...

Lo del ekilibrio lo iba a decir yo. Pero tb son importantes para mas kosas... Para chutar las faltas, para kuando te estiras, para koger lapices del suelo...

Lo de las uñas está klaro. Si se te jode una, te crece otra después, es inevitable.

Si no, nuestros dedos serían komo pollas carentes de vida y yo no podría tokar el piano... (ni tu el bajo) ;)

Un tutú (palabra de origen francés) es un traje típico llevado por las bailarinas de danza clásica. Cuando este vestido apareció en los años 1820 no se definía como tutú, este nombre le fue dado a partir de 1881.