martes, 19 de julio de 2005

Vaya porquería de año 2000

Pues resulta que el otro día andaba pensando (cosa que acostumbro a hacer lo mínimo posible, no vaya a ser que acabe teniendo ideas propias o asín) y cuando la mirada se me posó en el calendario me dí cuenta de que estabamos en el tercermilenario año 2005.

Para los nacidos en los 90 e incluso en los tardíos 80 será una filfa. Pero para los más veteranos el año 2000 era como la última frontera.

Supongo que la culpa la tendrán los autores de ciencia ficción, pero uno ingenuo como yo preveía que para el año 2000 lo de ir a la luna a pasar el fin de semana sería un hecho, los coches sobre ruedas pegadas al suelo serían una antigualla, un robot me despertaría por las mañanas con el desayuno en una bandeja, las ciudades estarían limpias y relucientes, y todos, absolutamente todos tendríamos una pistola de rayos laser.

Resulta que estamos en el año 2005 y HAL todavía no ha llegado a Júpiter, aunque los ordenadores ya se estropean y bien en la Tierra.

La cosa es que a 19 de julio del año 2005 (fecha estelar, como diría aquél), me he despertado con el radiodespertador, cosa que ya le pasaba a mi padre en el 80, he desayunado un poco de leche con sobados mientras escuchaba la radio, muy poco galáctico, he cogido el autobus y medio dormido he entrado a trabajar.

Es cierto que la PDA que me vigila desde la mesa, la pantalla plana donde veo lo que escribo, o el PC y la propia internet que permite que esto se publique es ciertamente tecnología impensable hace 15 años mismamente. Pero el día a día viene a ser el mismo. Tendremos que esperar al 2050 a ver si cuela...

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