La extraña gente no friki
El problema de ser friki, y además tener un entorno friki donde poder dar rienda suelta a los distintos frikismos particulares, es que antes o después uno debe enfrentarse al extraño mundo no-friki donde nadie entiende tus chistes.
Uno se toma un par de cañas y tras la imprescindible meadilla se mira al espejo y los efluvios del alcohol y la triste luz del baño, nos ofrecen un aspecto que nos recuerda casi siempre a algún personaje de peli, videojuego, comic...
Un tipo normal diría que ese look de flequillo es muy setentero, incluso, algún pureta te puede comentar algo de Los Pecos, pero un friki, sobretodo un friki medioborracho, se ve claramente como Luke Skywalker. Y claro, ya sabemos todos que la cerveza afloja la lengua, así que nada más volver junto a los colegas, uno suelta algo como "Coñe, cómo me parezco a Luke Skywalker en Una Nueva Esperanza"...
A partir de ahí, miradas de sorpresa y extrañeza, limpiada de oídos ("Qué alta está la música que no le he entendido ni papa de lo que ha dicho este"), miradas cómplices, risitas y finalmente risotadas carcajeantes...
Uno echa de menos a esos compañeros de viaje por el apasionante mundo del frikismo. Seguramente ni siquiera le da tiempo a uno a mirarse en el espejo para caer en la cuenta de su parecido con el Jedi que retorna, porque los colegas ya lo han dicho. Es más, seguramente es el chiste recurrente de la noche.
En fin, que con estas cosas es mejor no salir del armario y comentar el parecido de uno con este o aquel futbolista o actor de moda... en mi caso (ya son varios los que lo dicen), con Tom Hanks.
Jax I
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